Israel: La Gran Ramera

 

Vendrá el día, y ya es la hora, cuando la gran Ciudad, aquella que se sienta altiva sobre la Bestia, será consumida por el fuego. Sus muros dorados y sus calles adornadas de riquezas se desmoronarán en un instante, y el humo de su destrucción se elevará hasta los cielos.

Los reyes de la tierra, que compartieron sus excesos y bebieron de su copa de corrupción, observarán desde lejos, temerosos del juicio que también les alcanzará. Los mercaderes, que enriquecieron sus manos con el comercio de sus tesoros, llorarán y gemirán al ver el esplendor perdido. Ya no habrá mercancías de oro, plata, piedras preciosas ni perlas; sus almacenes quedarán vacíos, y sus barcos vagarán sin rumbo, pues no habrá quien compre sus cargas.

“¡Ay, ay de la gran ciudad!” clamarán, viendo cómo se desvanece su gloria. Todo lo que parecía eterno, todo poder que se creía inquebrantable, será reducido a cenizas. La soberbia que alimentó su trono será su condena, y su caída será ejemplo para todas las naciones.

Felices serán los cielos, los santos y los profetas, porque ha sido hecho justicia. La Mujer que dominaba las aguas, que seducía a los reyes y emborrachaba a los pueblos, ya no será más. La Bestia sobre la que se apoyaba se volverá contra ella, y el fuego consumirá su trono.

Este es el tiempo señalado, el día donde la verdad resplandece y la mentira es destruida. Los que confiaron en sus riquezas quedarán desolados, pero los que esperaron en el Altísimo serán vindicados.

Que este mensaje sea escuchado: toda grandeza humana que se levanta contra Jesús tiene su fin. La caída de la gran Ciudad es un llamado al arrepentimiento, un recordatorio de que sólo el Reino del Jesús permanece para siempre.

El Señor Jesús ha enviado su Voz para alertar a su pueblo de la destrucción de la gran ramera, aquella que fue infiel en tiempos del profeta Oseas. Escucha, pueblo, sobre esta revelación y las demás profecías escritas por el Profeta Juan en su sitio web: www.profetajuan.com

 

 

NOTA: 

Lo que esta ocurriendo en Los Angeles es cumplimiento de una de las profecías del Profeta Juan y es una muestra de lo que le espera a la Gran Prostituta.